Mostrando entradas con la etiqueta Nail Art. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Nail Art. Mostrar todas las entradas

viernes, 27 de noviembre de 2020

Nail Art Para Dummies: Láminas Nail Foil

 ¡Hola, potingueras!

Hoy vamos a hablar de cierta técnica para uñas, aplicable a manicuras y pedicuras, en la que soy una auténtica novata. Me he decidido a contaros mi experiencia con este tema porque creo que hay que desmitificar los procesos y no hablar sólo de lo que nos sale bien y tenemos dominado. También hay que ponerse la L de vez en cuando y comenzar a pilotar, aunque no sepas muy bien por dónde vas.

Haces un par de meses me compré en aliexpress unas láminas de manicura o Nail Foil con diseño marmoleado. Hay muchos modelos, distintos tamaños, y diferentes precios, pero como yo lo que quería era probar, busqué un set que me diera variedad, aunque no fuera muy grande, y que me saliera económico porque, si no me gustaba, tampoco iba a gastarme un pastizal en el tema.

Encontré un lote de 10 láminas de 20x4 cm, que para un par de manicuras y una pedicura completa, te dan (si no tienes las uñas muy grandes, como es mi caso; si no, 1 y 1) 
 


Cuando me llegaron, descubrí que necesitaban un pegamento especial para conseguir la transferencia del diseño a la uña, así que me tocó hacer un nuevo pedido para conseguirlo, y compré uno de Born Pretty Store que está muy bien de precio, y que sirve tanto para transferencia con lámpara UV, como para si no quieres usar ese tipo de lámpara. Huele fuerte, aviso. Luego ya las uñas no huelen una vez terminadas, pero en el momento de abrir el bote, se nota.

Mientras me llegaba, me fui informando de cómo se trabajaba con estas láminas.
En principio, pueden utilizarse sobre uña natural o sobre uña acrílica, suelen necesitar un pegamento especial para lograr transferencia, y se trabajan de forma diferente si es con lámpara o sin lámpara, si es uña natural, o uña artificial.
 


Yo me voy a centrar en lo que conozco, en lo más rústico: uña natural, y sin lámpara. Para saber del resto hay muchas compañeras muy preparadas que os pueden hablar del tema con mucha más solvencia que yo.

Una vez tenemos láminas y pegamento especial, vamos a trabajar con ello.
 
0.- Comienzo por el cero proque esto es opcional. Hay quien recomienda recortar la lámina a un tamaño manejable para la uña, pero eso ya es cosa de cada una. Yo corté como para dos uñas pulgares juntas, que es la uña más ancha que tengo, y me dió para una mano completa. Ahora, cuanto más se ajuste la lámina a la uña, más fácil y más homogénea será la transferencia. 


1.- Necesitamos aplicar una prebase sobre la uña, como haríamos con un esmaltado normal.

2.- Conviene dar una capa de esmalte de color, a ser posible, o bien de un color parecido al fondo de la lámina que escojamos, o bien en contraste. Esto nos va a ayudar a que si no cubrimos toda la uña con la lámina, se note menos el "desconchón".
También podemos aplicar estas láminas a toquecitos, por zonas, en vez de hacer una uña completa. En ese caso, conviene más un tono de contraste.
 


3.- Una vez se ha secado bien primero la prebase y luego la capa de esmalte, procedemos con el pegamento. El truco consiste en aplicar muy, pero que muy poca cantidad, y cuando se vuelve transparente, que ya está pegajoso, aplicamos la lámina sobre la uña, presionamos bien, dejamos unos segundos, y tiramos del sobrante. 
Es muy importante que el pegamento no toque la piel, a ser posible, porque estamos aplicando un producto químico fuertecito (es de uso seguro, pero mejor no aplicar donde no se debe) Si sucede, simplemente lo retiráis con un poco de quitaesmalte, no hay misterio.


Si el esmalte está aún húmedo, el pegamento lo moverá, y cuando apliquemos la lámina, puede crear relieve. Lo mismo sucede si no esperamos a que el pegamento esté en su punto, que no sólo no va a quedarse la lámina adherida, sino que mueve lo que hay debajo. La primera manicura siempre tiene desperfectos. No os preocupéis.

He comprobado que es mejor retirar la lámina con decisión que despacito. Si está bien pegada, queda mejor, y si vamos lento, lo mismo no queda tan uniforme.

Yo normalmente lo que hago es aplicar el pegamento sobre un par de uñas, lo dejo unos segundos, y hago esas dos uñas, y así voy hasta terminar una mano.

4.- Una vez hemos terminado este proceso, sellamos con una capa de esmalte top coat transparente (o si quieres purpurina, a tu gusto) Dejamos secar bien, y listo.
 

5.- Cuando quieras retirar el esmaltado, recurres a tu quitaesmalte de confianza, como harías con cualquier otra manicura.

Estas láminas dan bastante juego y quedan muy adheridas, se ven muy finas sobre la uña, no les da relieve ni molestan más que un esmalte normal. La duración es bastante alta (llevas un pegamento), y, aunque no creo que sea saludable hacerse este tipo de manicura un día sí y otro también, para un de vez en cuando, es una opción muy entretenida y diferente. En mi caso, he notado que me reseca un poco la uña, pero tengamos en cuenta que mi uña ya suele ser seca de por sí, y que no tolera bien esmaltados permanentes o semipermenentes, así que le afecta prácticamente cualquier tratamiento extra más allá de un esmalte de uñas al uso.
 

¿Qué os parece este tipo de manicura?¿Conocíais las Nail Foils?¿Os resultan interesantes estos post desde el punto de vista de alguien no experto, potingueras?
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

Anuncios