Combo Ganador: Pure Calmille Aceite Micelar + Gel Limpiador de Yves Rocher.

¡Hola, potingueras!

A principios de verano, si no recuerdo mal, os comenté por Instagram que había descubierto dos productos de Yves Rocher para el desmaquillado y limpieza del rostro que me estaban fascinando, y dejé pendiente la reseña.

Como el que paga descansa, y el que cobra, mucho más, hoy os traigo una review y recomendación que espero que os guste, porque a mí me encantan los productos de los que os voy a hablar, y me gustarán mucho más si a vosotras os funcionan tan sólo la mitad de bien que a mí (y si os van mejor, más aún)

Yves Rocher lleva poco más de un año renovando sus productos, mejorando fórmulas, rediseñando envases e imagen, y perfeccionando sus líneas de cuidado. Creo que le están dando no un lavado de cara, sino una batida general en profundidad, y todos salimos ganando; nosotras, porque encontramos mejores productos, más adecuados a nuestras necesidades, a buen precio, y nos reconciliamos con la marca; y ellos, porque venden más y mejor al tenernos más contentas.

La línea Pure Calmille está destinada a pieles sensibles, y, aunque probé algún producto hace años, no consiguió conquistarme del todo.

Sin embargo, como me gustan más los aceites desmaquillantes que a un tonto un sonajero, tenía que probar esta novedad y, por supuesto, acompañado de un gel limpiador para hacer la doble limpieza en sinergia.

El Aceite Desmaquillante Pure Calmille de Yves Rocher es un aceite ligero, agradable, fácil de manejar, que se aplica sobre el rostro seco, se masajea, y luego se emulsiona con las manos húmedas para transformalo en una leche muy acuosa que va eliminando suciedad y maquillaje de forma suave, pero altamente eficaz.

Finalmente, podemos retirar el resto con más agua, con una muselina o toallita suave empapada en agua, retirarla tras enjabonarnos el rostro con un gel limpiador, o separar los dos pasos (aceite, retirada, gel, retirada) Para gustos, rutinas.

Es un aceite que se puede utilizar en rostro, ojos, y labios. 

En más de una ocasión, os he comentado que no me gusta usar un producto que no sea bifásico para desmaquillar los ojos. Pues bien, ha llegado el día en que puedo decir bien alto que llevo más de 2 meses sin usar ese tipo de producto porque el Aceite Desmaquillante Pure Calmille de Yves Rocher no sólo retira cualquier tipo de maquillaje y más cara de pestañas, incluídas las waterproof difíciles de eliminar, sin irritarme los ojos, y sin romperme las pestañas; sino que, además, me ha calmado los párpados, que llevaban una temporadita un poco guerreros, y hasta me noto los ojos menos secos desde que lo uso porque no se me irritan ni resecan en absoluto por el roce del producto en las pestañas, y de éstas sobre el ojo.

Puede dejar algo de velo si no lo enjuagamos del todo, pero con un poquito de agua, o de agua micelar, se retira en un momento, y vemos bien de nuevo.

La piel se queda muy suave, limpia, hidratada, elástica y luminosa. No parece que nos acabemos de desmaquillar, sino de aplicar un tratamiento hidratante. No deja ninguna sensación oleosa en el rostro.

El dispensador hace muy fácil e higiénico su uso, cunde muchísimo, y tiene un olor suave, avainillado, que, si fuera más floral, me gustaría más (no soy fan de la vainilla, precisamente), pero es tolerable incluso para aquellas a las que no nos seduce ese olor.

Su fórmula contiene camomila como agente suavizante y protector, está testado dermatológica y oftalmológicamente, no contiene colorante, aceite mineral, ni parabenos, y sus ingredientes son de origen natural al 91%.
Incluso el envase es de plástico reciclado para minimizar el impacto medioambiental.

Entre los ingredientes encontramos aceite de girasol, aceite de sésamo, y aceite de macadamia.
También tiene un PEG tras el aceite de girasol, y perfume casi al final, pero en mi piel no ha dado ningún problema.

Podéis encontrarlo en formato de 150 ml a un precio de salida de 10,20€, aunque yo lo suelo ver por unos 5,95€ casi siempre.

El Gel Limpiador Pure Calmille de Yves Rocher es un gel suave que retira impurezas y restos de maquillaje sin deshidratar la piel.

Contiene también camomila como agente suavizante, protector, y calmante, y un 93% de ingredientes de origen natural.
No contiene colorantes, aceites minerales, ni parabenos, y está testado bajo control dermatológico.

Su envase también es de plástico reciclado, y reciclable.

Es un gel muy suave, muy ligero, que tiene un fantástico olor a camomila que ya me gustaría que tuviera el aceite antes mencionado. Se aplica sobre piel húmeda, o con las manos humedecidas, y necesitas muy poca cantidad para que sea efectivo, así que cunde una barbaridad.

Genera una espuma suave y abundante que no reseca la piel, sino que la limpia y la calma. No me atrevo a decir que la hidrata, pero es como si tuviera algún tipo de aceite que la deja protegida, no la reseca en absoluto, y la piel se ve más luminosa y lozana tras su uso.

Deja muy buena sensación, y no sólo no irrita, sino que cada vez la notas más calmada y más fuerte.

Un gel es un gel, sí, pero cada uno tiene su encanto, y, si no lo tiene, o no se lo encuentras, no es para tí. A mí este gel se me ha colado en mi top 3 desde el primer día.

Lo encontráis en formato de 200 ml a un precio de salida de 5,10€, pero suele estar a 2,95€.

La fecha de caducidad es relativamente corta, de 6 meses, pero es lógico si tenemos en cuenta su alto contenido en formulación natural. De todas formas, no creo que haya mucho problema si se excede. 

Cunden muchísimo, eso sí, y me parecen un combo de productos muy a tener en cuenta.

¿Conocíais estos productos?¿Soléis utilizar cosmética de Yves Rocher?¿Os gusta el combo de aceite+gel para la limpieza y desmaquillado del rostro, potingueras?