Disfrutando de una cena-regalo en La Jarra Dorada (Alicante)

¡Hola, potingueras!

Me encantó que lo personalizara con el nombre de mi blog

Ganar un sorteo siempre es una alegría, pero, cuando ese sorteo viene de mano de gente maja, y encima lo puedes compartir con alguna de tus personas favoritas, tiene un plus.

A finales de abril, Lucía, de My World Of Cloth, blog de moda y tendencias trasladadas a un estilo realista, hizo el sorteo de una Cena Para Dos en el Restaurante La Jarra Dorada, no dudé ni un minuto en participar.

Vi el reportaje que hizo de este lugar, los platos que se ofrecían, y me pareció que tenía mucho que ver con mis gustos. 

Cuando me enteré de que había ganado el sorteo, la fecha estaba próxima al Día de la Madre, así que estaba claro con quién iba a compartir mi premio.

Finalmente, el evento tuvo lugar el 11 de junio, y Lucía estuvo con nosotros en la entrega del cheque-regalo simbólico que preparó César Martínez,  responsable de La Jarra Dorada, quien estuvo muy pendiente de nosotras y nos explicó algunas cosas sobre los platos y su forma de entender la gastronomía.

La Jarra Dorada es un Restaurante de cocina mediterránea, donde los platos de pescado y marisco de la zona priman en la carta. También podéis encontrar diferentes tipos de carne, pero no os puedo hablar de ellas porque no las probé.

El local es precioso, y podemos ver distintas fotos de Alicante del siglo XIX, ambientadas con una luz cálida; aunque nosotras preferimos cenar en el exterior, en una de las mesas de la amplia terraza que poseen en la Explanada, aprovechando las magníficas temperaturas de las que ya podemos disfrutar en Alicante.

Estábamos al ladito del paseo, donde un seto con jazmines y galanes de noche perfumaba un ambiente, de por sí, ya acogedor gracias al trato del personal de La Jarra Dorada. Los camareros iban y venían con diligencia, simpatía, y profesionalidad. La verdad es que fue una noche redonda, de pricipio a fin. No se podía pedir más.

Lucía estuvo con nosotras un ratito, durante el que charlamos animadamente. Ya nos conocemos personalmente hace tiempo, y fue una alegría volverla a ver, y tomarnos una caña con ella.

La cena fue una sorpresa tras otra.
Comenzamos con los entrantes, unas delicias de marisco de textura y sabor suaves y exquisitas; y unos pimientos del piquillo con salsa de marisco que nos dejaron gratamente sorprendidas.

La salsa se notaba trabajada, con sabor a marisco de verdad, del que se prepara con las carcasas y las cabezas en casa, del "de toda la vida", pero muy fino, y los pimientos estaban muy suaves. Su sabor no eclipsaba en absoluto al del marisco, cosa que suele suceder con esta solanácea en la mayoría de los casos.

A ambas nos daba un poco de miedo que nos repitiera, o que fuera un poco fuerte, pero no. Está cocinado con tal delicadeza y maestría que es imposible que te siente mal, o no disfrutar de él.

Para acompañar, pedimos un vino tinto (a mi me gusta el tinto, aunque sea con pescado, me da igual), y nos acompañó un Rioja Crianza de 2010 toda la noche.

Después apareció una magnífica bandeja de marisco a la plancha. Se notaba fresco, y estaba perfectamente hecho. Ni crudo, ni pasado. Y es fácil pasarse con el marisco.

Gambas rojas y blancas, cigalas, mejillones, bogavante,...todo estaba riquísimo.

No faltaron las toallitas limpiadoras con limón y las pinzas, y nos cambiaban plato y cubierto prácticamente con cada nueva especialidad. El servicio fue inmejorable.

Como plato principal, en principio, teníamos chuletillas de cordero a la plancha, pero, por temas personales, le pedimos a César un cambio por un plato de pescado, al que él accedió sin poner ni una pega, y nos obsequió con un filete de salmón para mi, y un lenguado para mi madre, ambos a la plancha, y acompañados por una guarnición de verduras al vapor.

La cocción era perfecta, y el punto de sal justo. Para mi, que la sal se la presentan, si es que lo hacen, porque el sabor más limpio y más natural no puede ser. En ese sentido, era como cenar en casa, sin florituras, disfrutando del sabor propio de cada alimento.

Finalmente, llegó el postre, y fue espectacular. Frutas con una crema de chocolate y otra de suprema de turrón de Jijona.

Aparte de lo precioso y variado que era el plato de frutas finamente cortadas, descubrir la crema de suprema de turrón de Jijona fue casi como llegar al nirvana.

Hicimos un ranking, y, para mi, la mezcla de pera con esta crema, y la de plátano, eran las mejores, pero la de manzana, la de melocotón (según mi madre, porque yo no los pruebo), y la de kiwi, tampoco se quedaban atrás.

Lo que menos me convenció fue la de breva con ninguna de las dos cremas, pero el resto de frutas con la de chocolate también eran bocaditos de placer.

Para que a mi me impresione un postre, no siendo golosa, ya tiene que ser impresionant. Lo curioso es que no resultaban dulzonas o empalagosas ninguna de las dos cremas.

Finalizamos la cena felices, plenas, sorprendidas con los platos y la atención, y con una infusión para poder emprender la vuelta a casa tras este abundante despliegue de exquisiteces.

La verdad es que fue un regalazo, y no puedo dejar de agradecer a Lucía que organizara este sorteo, y a César y su equipo las atenciones que tuvieron con nosotras, y, sobre todo, cómo cuidaron a mi madre, la auténtica homenajeada esa noche.

Pedazo de madre que tengo, señoras!

Os recomiendo que aprovechéis las Fiestas de Hogueras de Alicante, que comienzan ya, como excusa para venir por aquí si sois de fuera, y conocer La Jarra Dorada.

Está en Explanada, número 8. Si bajáis por la Rambla, sólo tenéis que girar a la izquierda al llegar al paseo, y, pasados los locales de McDonals y Antiu Xixona, encontraréis esta pequeña gran joya de la gastronomía alicantina.

Por supuesto, cualquier momento es bueno para venir por La Terreta; y si sois de aquí, no tenéis más remedio que acercaros y disfrutar de los diferentes manjares que podéis encontrar en su carta.

Además, tienen precios muy asequibles, así que cualquier bolsillo puede afrontar una velada en La Jarra Dorada.

Por otra parte, no dejéis de visitar el blog de Lucía, My World Of Cloth. Tiene propuestas de moda muy actuales, con ropa que podemos encontrar fácilmente en tiendas que todas conocemos, y un estilo ecléctico y versátil con el que te sentirás cómoda en tu propia piel.

Gracias a César y a Lucía, y a todas vosotras por llegar hasta aquí.

¿Qué os ha parecido la cena?¿Os animaréis a visitar el local si venís por aquí, potingueras?