Skin Illusion Poudre Libre de Clarins, mucho más que una base en polvo mineral.

¡Hola, potingueras!

Ayer os hablaba sobre las novedades de colorido de Clarins en cuanto a rostro y hoy no quiero dejar pasar la ocasión de presentaros los nuevos Skin Illusion Poudre Libre de Clarins, una base mineral en polvo suelto que me ha acompañado todo el verano, aunque acaba de salir al mercado hace unos días.

Desde Clarins me enviaron este nuevo producto, Skin Illusion Poudre Libre, para que lo pudiera probar y hablaros sobre él con conocimiento de causa, y me alegro muchísimo de haberlo podido probar y utilizar a menudo, aunque quizá no le he podido sacar todo el partido que se podría, ya que el tono (108 sand) es algo oscuro para mi aún en verano, y oscurísimo para invierno; pero, como a mi me gusta verle el punto positivo a las cosas, lo usaré en verano, que tengo un poquito más de color, y así ayudo con el Skin Illusion Poudre Libre a potenciarlo.

Pero vayamos por partes, primero os hablaré de las características técnicas, y luego ya os contaré mis batallitas.

Skin Illusion Poudre Libre es una base en polvo; polvo mineral, para más señas, que nos proporciona luminosidad, confort y protección gracias a la tecnología con la que se ha creado.
Unifica la tez y atenua las líneas de expresión gracias a las microperlas de ópalo rosa y el complejo exclusivo Light Optimizing+, que captan, intensifican y difunden la luz aportando uniformidad y luminosidad pese al paso del tiempo, el estrés y/o el calor.

Personalmente, a mi me encanta el acabado de esta base. Sólo la he utilizado como tal para probarla un par de veces por lo que ya os he comentado de que el color me subía mucho y esta base en polvo puede llegar a ser totalmente cubriente, aunque con un resultado muy natural y jugoso, no es mate seca, sino mate natural, no mata la luminosidad de la piel, sino que la potencia sin sacar inoportunos brillos donde no se desean.

El resto de ocasiones he usado los Skin Illusion Poudre Libre como polvo de acabado, aplicando una ligera capa al final del maquillaje para conseguir un resultado uniforme y un aspecto lozano, pero os puedo asegurar que me han encantado, y que creo que son todo un fichaje para los veranos levantinos, excesivamente cálidos y agobiantemente húmedos, porque no he visto otra base que aguante igual sin moverse, sin resecar, sin hacerse incómoda, y sin parchearse.
Me parece excelente en este sentido y en otros más que os voy a ir relatando.

Uno de esos puntos en los que me ha sorprendido más que gratamente es en que esta base en polvo, lejos de resecar, ayuda a mantener la hidratación óptima de la piel, y un aspecto y un tacto suaves.

Lo consigue gracias al extracto de alga rosada y el Micropatch Vegetal exclusivo de Clarins del que ya hemos hablado en otras ocasiones (Ever Matte, Broncing Duo, y Skin Illusion Natural Radiance, la base en la que se inspira este formato en polvo suelto del que hoy tratamos, y a la que no tiene nada que envidiarle, incluso el fantástico olor de esta base lo comparten los polvos)

Estos 2 componentes ayudan a evitar la evaporación del agua de la piel, conservando el manto hídrico, y regulando los brillos.

La piel permanece flexible y confortable, sin tiranteces ni zonas secas, gracias a extractos de té verde y lapsana que ayudan a combatir los efectos de la contaminación medioambiental sobre la piel y tienen efectos anti-radicales libres, previniendo el envejecimiento prematuro de la piel.

Creo que queda patente que me han encantado estos polvos, y que, además, cumplen lo que promete.
Lo sorprendente del tema es que yo primero lo he estado probando y sacando mis conclusiones y, después, cuando me he leído la información técnica, he podido ir comprobando, punto por punto, cómo mis conclusiones coincidían con las promesas de dicha ficha. A mi esto es algo que me hace tomarme tanto el producto como la marca en serio.

Con respecto al envase de los Skin Illusion Poudre Libre, me parece cuco y curioso a un mismo tiempo.

Tiene una base tranparente y un enorme tapón dorado con un "botón" que no es otra cosa que una brocha incorporada y que ahora os explicaré cómo se utiliza.

Al desenroscar el tapón, la brocha queda suelta y reposa sobre una pieza de plástico troquelado que hace las veces de filtro entre polvo y brocha. Para evitar que el polvo se desparrame antes de ser estrenado, hay una pieza más de plástico transparente liso entre este filtro y los polvos (una "bandejita", que diría una amiga mía)

La idea es abrir el bote, quitar esta pieza de seguridad, colocar el filtro y cerrar el tapón con la brocha dentro. Presionamos un poco la brocha con el envase cerrado, desenrroscamos el tapón, y la brocha estará cargada de polvos y lista para usar.

Os recomiendo aprovechar la pieza de plástico lisa que hemos quitado para poder tomar los polvos con la brocha para descargar el exceso de producto.

En mi caso, como yo no uso estos polvos como base cubriente, he dejado las piezas en su sitio y lo que hago es tomar pequeñas cantidades de polvos en la pieza de plástico lisa, recogerlos con la brocha haciendo círculos en este soporte, y luego aplicarlos con mano ligera también haciendo círculos sobre el rostro; o bien, tomarlos con una brocha para polvos y usarlos como si de polvo de acabado se tratara.

La brocha es muy tupida y muy suave, no pierde pelitos, y no tiene olores extraños.

Los Skin Illusion Poudre Libre se pueden encontrar, teóricamente, en 11 tonalidades, aunque ya sabéis las de pieles muy claras como la mía que en España los tonos más bajos es fácil que no estén en tienda, pero todo es intentarlo.

Contienen 13 gramos, que dan mucho de sí, y cuestan 37, 25€.

Como os decía al principio, los Skin Illusion Poudre Libre son más que unos polvos minerales, son un tratamiento con color que merece la pena probar si tenéis ocasión.
¿Los conocéis ya, potingueras?