Jeanne Lanvin EDP: Una oda de frutos rojos y almizcle.

¡Hola, potingueras!

Hoy de nuevo voy a presentaros un perfume que nace como un homenaje a Jeanne Lanvin y que lleva su mismo nombre.

Jeanne Lanvin fue la fundadora de la casa Lanvin. Creó su firma de confección en 1889 y tenía un carácter fuerte, audaz, emprendedor y atrevido; tanto que llego á lanzar perfumes al mercado con los nombre de My Sin, Scandal, Prètexte,...(tened en cuenta que hoy por hoy son muy "normalitos", pero en 1925 no tanto)


Sin embargo, Arpège (de la que os hablé aquí) fue el gran éxito de la firma.

Alber Elbaz, creador actual de esta firma, le rinde homenaje con cada colección y, especialmente, con esta fragancia tan especial creada por Anne Flipo, quien la define como "Besos robados, un símbolo perfecto de refinamiento y de poesía para realzar una mujer inolvidable".

Jeanne Lanvin EDP se trata de una fragancia alegre y frutal, donde los frutos rojos bailan sobre una base almizclada y un toque floral aporte el equilibrio entre las partes.

La salida es chispeante, alegre, viva. Los frutos rojos mandan; la mora y la pera abren el camino, hasta llegar a un corazón de frambuesa, muy femenino, que se mezcla con freesia blanca y peonía. Un fondo de almizcle, sándalo suave y ámbar gris sostienen el conjunto.

Tiene un toque pícaro, sensual, joven, atemporal, atrevido y tremendamente femenino.

Pese a ser una fragancia que yo incluiría entre las dulces por su salida, no llega a ser un perfume dulzón por el equilibrio que aporta la base almizclada y que no permite que las notas frutales se desmanden.

Si os gustan los frutos rojos, Jeanne Lanvin EDP está esperando a que la conozcas (a ver si eres capaz de no llevártela puesta)


El frasco continúa con ese homenaje del que hablaba al principio hacia la modista Jeanne Lanvin, y la recuerda con un bonito frasco de cristal en un suave tono lila y de forma cuadrada, clásica y elegante a la vez.

Se ha querido emular a alguna de sus prendas incluyendo una etiqueta con su nombre; pero no una etiqueta de papel, sino una etiqueta de seda grossgain, como si de una prenda textil se tratara.

El recuerdo al taller se completa con un pequeño retal de tul rosa que envuelve el frasco como si de una prueba de maniquí se tratara.

Esta pieza es muy curiosa, muy femenina y muy original; pero, a mi entender, poco práctico, ya que el frasco es pesado y se nos puede resbalar entre las manos si lo agarramos del tul (y mal)

Jeanne Lanvin EDP es un perfume vibrante, alegre, divertido, y apto para una mujer coqueta a la que le gusta y explotar su lado más femenino.

La caja, blanca y rosa, completa esa idea de femineidad que quiere transmitir ya desde su exterior.

Jeanne Lanvin EPD podéis encontrarla en formato de 30 ml (37 €), de 50 ml (49 €) y de 100 ml (69, 50 €)

¿Conocíais este perfume, potingueras?